Una obra teatral puede ser una ayuda orientativa para el comportamiento de cada niño en la vida cotidiana ya que realiza afirmaciones, trata varios temas y expresa ideas.
Los niños llevando a la práctica la manipulación de títeres , proporciona asimismo el placer de interpretar no uno, sino varios papeles: el bueno, el malo, etc. Con ello surge una sana competencia intelectual sobre la distribución de los roles, y de ahí una disponibilidad más elevada a la cooperación con el resto del grupo, así como una sensación de éxito colectivo, que alcanza a varios niños a la vez.
Podemos decir con certeza que es importante que el niño entre en contacto con el arte desde una edad temprana: ello favorece la posterior comprensión artística y cultural, a una competencia social y ciudadana, comunicación lingüisticas, conocimiento e interacción con el mundo físico, autonomia e iniciativa personal, sin podernos olvidar de la educación intercultural.
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